Titulo: mienteme
Autor: hahaha Una chica que me lo regalo XD
Genero: Yaoi
Estilo: ahhh..... ansgt leemon
Advertencias: muerte de personaje
Dedicatoria: a mi otra vez ~
DongHae:
¿Recuerdas el día que nos vimos por primera vez? estabas en el salón de baile y por casualidad pase por ahí, entre sí que te dieras cuenta y te mire, estabas tan concentrado en el baile que no te diste cuenta de mi presencia.
Después de unos días los miembros tuvieron una fiesta, y todos comenzamos a beber, estabas sentado con una botella de cerveza en tu mano, decidí sentarme a un lado de ti y comenzar a hablarte, tu amablemente me respondías, me sorprendí mucho después de varias botellas me diste un largo beso, seguí tus impulsos, no sabía por qué lo habías hecho o porque me había dejado, una felicidad invadía mi cuerpo esa noche.
Al día siguiente no era capaz de verte sentía vergüenza, por lo que veía tu no recordabas nada, me hablaste amistosamente y la ropa y cosas que traía en mis manos cayeron al piso trataba de evitar tu mirada pues sabía que el blanco color de mi piel se volvería a un rojo, me ayudaste a recoger las cosas y me sonreíste amablemente.
Después de varias semanas nos volvimos los mejores amigos, nos decíamos todo, creo que yo no sentía por ti un amor de simple amigos, el mío era un poco más fuerte, en base nuestra relación iba creciendo mi amor también lo hacía, hasta que un día estaba tan dolido y fui al balcón donde todas las noches veíamos la iluminada ciudad, mis ojos estaban humedecidos, llegaste y me diste un abrazo, lentamente volteé y nuestros rostros se encontraron, la parte en donde estábamos era oscura pero tú eras tan brillante para mí que pude distinguirte entre aquella deprimente oscuridad, tus ojos se cerraron y tu rostro se acercó al mío, me diste un beso, tu aliento llego hasta mis pulmones, poco a poco cerré mis ojos y me deje llevar, sentía tus manos en mi cadera, me colgué de tu cuello y me acerque más a ti, no te quería soltar, no quería que ese momento terminara, te separaste de mi con una gran desesperación y me llevaste a tu habitación, me aventaste a tu cama y empezaste a quitarte la ropa, te metiste poco a poco en la cama y me desvestiste salvajemente, empezaste a cubrir cada rincón de mi cuerpo con besos y carisias, tu mano jugando con mi miembro bruscamente, me volteaste y sin decirlo entraste dentro de mi, los quejidos rápidamente se convirtieron en gritos de dolor y placer, en ese momento pensé que no te gustaba que gritara pues me golpeabas fuertemente en cualquier parte de mi cuerpo, entrabas y salías salvajemente, más que placer causaba dolor, mordía fuertemente la almohada y rasgaba las cobijas, saliste de mí y me sentaste me obligaste a practicártelo oralmente, mi boca jamás había hecho eso, si era un inexperto, aquel sabor era tan desagradable, te vaciaste dentro de mi boca, sentí tanto asco que inconscientemente vomite encima de ti, te enfureciste y me diste un fuerte golpe en mi hombro, caí al piso y seguiste pateándome fuertemente, te fuiste a bañar y me dejaste tirado, desnudo y con grandes golpes.
A la mañana siguiente me pediste perdón y me llevaste un ramo de flores, realmente te amaba y decidí perdonarte.
Tiempo después fuimos a vivir solos nosotros dos, el primer mes fue de los mejores de mi vida, eras el amor que siempre había soñado, llevándome regalos y llenándome de dulce amor todas las noches, hasta que una mañana accidentalmente derrame pintura sobre tu camisa favorita, me tomaste del cabello y me restregaste la camisa en la cara mientras me insultabas y me regañabas, me aventaste contra el piso y me golpeaste con todas tus fuerzas, saliste enfurecido y volviste hasta la noche con una sonrisa en tus labios dándome un abrazo y un beso diciéndome cuanto me amabas, te rechace y me llevaste de nuevo a la cama y paso lo mismo de aquella vez, me golpeabas casi hasta matarme, cada vez que algo te salía mal reaccionabas así, no era más que un objeto para ti.
No podía salir ni hablar con nadie; una tarde Sungmin vino a nuestra casa y me dio un dulce abrazo de amigos, tu mirada era escalofriante así que lo solté, sabía lo que me esperaba esa noche, aunque fue distinto pues te habías peleado con alguien antes de llegar a casa y, si, te desquitaste conmigo, me golpeabas tan fuerte, yo te suplicaba que pararas, agarraste una de las lámparas que estaban en el buro y me la estrellaste en la cabeza, en tu rostro se notó la preocupación y lágrimas cayeron de tus ojos, rápidamente me llevaste a un hospital con la mentira de que unos vándalos me habían golpeado, todos los miembros estaban preocupados por mí, me daba impotencia no poderles decir lo que me habías hecho, la clase de monstro que eras.
Después de todo te perdono pues si soy un estúpido enamorado ciegamente de ti, estas contento de lo que me hiciste, supongo que si pues no te veo por ninguna parte.
Tres días después tienes el descaro de aparecerte y traerme flores, como lo hacías cuando éramos novios, muchísimas gracias, mi tumba se verá mejor gracias a ti…
DongHae fui capaz de perdonarte pero te lo ruego, no hagas con alguna otra persona lo que hiciste conmigo, no todos son cobardes como yo y no quiero que nadie te lastime.
A pesar de todo te sigo amando, con cariño:
Autor: hahaha Una chica que me lo regalo XD
Genero: Yaoi
Estilo: ahhh..... ansgt leemon
Advertencias: muerte de personaje
Dedicatoria: a mi otra vez ~
DongHae:
¿Recuerdas el día que nos vimos por primera vez? estabas en el salón de baile y por casualidad pase por ahí, entre sí que te dieras cuenta y te mire, estabas tan concentrado en el baile que no te diste cuenta de mi presencia.
Después de unos días los miembros tuvieron una fiesta, y todos comenzamos a beber, estabas sentado con una botella de cerveza en tu mano, decidí sentarme a un lado de ti y comenzar a hablarte, tu amablemente me respondías, me sorprendí mucho después de varias botellas me diste un largo beso, seguí tus impulsos, no sabía por qué lo habías hecho o porque me había dejado, una felicidad invadía mi cuerpo esa noche.
Al día siguiente no era capaz de verte sentía vergüenza, por lo que veía tu no recordabas nada, me hablaste amistosamente y la ropa y cosas que traía en mis manos cayeron al piso trataba de evitar tu mirada pues sabía que el blanco color de mi piel se volvería a un rojo, me ayudaste a recoger las cosas y me sonreíste amablemente.
Después de varias semanas nos volvimos los mejores amigos, nos decíamos todo, creo que yo no sentía por ti un amor de simple amigos, el mío era un poco más fuerte, en base nuestra relación iba creciendo mi amor también lo hacía, hasta que un día estaba tan dolido y fui al balcón donde todas las noches veíamos la iluminada ciudad, mis ojos estaban humedecidos, llegaste y me diste un abrazo, lentamente volteé y nuestros rostros se encontraron, la parte en donde estábamos era oscura pero tú eras tan brillante para mí que pude distinguirte entre aquella deprimente oscuridad, tus ojos se cerraron y tu rostro se acercó al mío, me diste un beso, tu aliento llego hasta mis pulmones, poco a poco cerré mis ojos y me deje llevar, sentía tus manos en mi cadera, me colgué de tu cuello y me acerque más a ti, no te quería soltar, no quería que ese momento terminara, te separaste de mi con una gran desesperación y me llevaste a tu habitación, me aventaste a tu cama y empezaste a quitarte la ropa, te metiste poco a poco en la cama y me desvestiste salvajemente, empezaste a cubrir cada rincón de mi cuerpo con besos y carisias, tu mano jugando con mi miembro bruscamente, me volteaste y sin decirlo entraste dentro de mi, los quejidos rápidamente se convirtieron en gritos de dolor y placer, en ese momento pensé que no te gustaba que gritara pues me golpeabas fuertemente en cualquier parte de mi cuerpo, entrabas y salías salvajemente, más que placer causaba dolor, mordía fuertemente la almohada y rasgaba las cobijas, saliste de mí y me sentaste me obligaste a practicártelo oralmente, mi boca jamás había hecho eso, si era un inexperto, aquel sabor era tan desagradable, te vaciaste dentro de mi boca, sentí tanto asco que inconscientemente vomite encima de ti, te enfureciste y me diste un fuerte golpe en mi hombro, caí al piso y seguiste pateándome fuertemente, te fuiste a bañar y me dejaste tirado, desnudo y con grandes golpes.
A la mañana siguiente me pediste perdón y me llevaste un ramo de flores, realmente te amaba y decidí perdonarte.
Tiempo después fuimos a vivir solos nosotros dos, el primer mes fue de los mejores de mi vida, eras el amor que siempre había soñado, llevándome regalos y llenándome de dulce amor todas las noches, hasta que una mañana accidentalmente derrame pintura sobre tu camisa favorita, me tomaste del cabello y me restregaste la camisa en la cara mientras me insultabas y me regañabas, me aventaste contra el piso y me golpeaste con todas tus fuerzas, saliste enfurecido y volviste hasta la noche con una sonrisa en tus labios dándome un abrazo y un beso diciéndome cuanto me amabas, te rechace y me llevaste de nuevo a la cama y paso lo mismo de aquella vez, me golpeabas casi hasta matarme, cada vez que algo te salía mal reaccionabas así, no era más que un objeto para ti.
No podía salir ni hablar con nadie; una tarde Sungmin vino a nuestra casa y me dio un dulce abrazo de amigos, tu mirada era escalofriante así que lo solté, sabía lo que me esperaba esa noche, aunque fue distinto pues te habías peleado con alguien antes de llegar a casa y, si, te desquitaste conmigo, me golpeabas tan fuerte, yo te suplicaba que pararas, agarraste una de las lámparas que estaban en el buro y me la estrellaste en la cabeza, en tu rostro se notó la preocupación y lágrimas cayeron de tus ojos, rápidamente me llevaste a un hospital con la mentira de que unos vándalos me habían golpeado, todos los miembros estaban preocupados por mí, me daba impotencia no poderles decir lo que me habías hecho, la clase de monstro que eras.
Después de todo te perdono pues si soy un estúpido enamorado ciegamente de ti, estas contento de lo que me hiciste, supongo que si pues no te veo por ninguna parte.
Tres días después tienes el descaro de aparecerte y traerme flores, como lo hacías cuando éramos novios, muchísimas gracias, mi tumba se verá mejor gracias a ti…
DongHae fui capaz de perdonarte pero te lo ruego, no hagas con alguna otra persona lo que hiciste conmigo, no todos son cobardes como yo y no quiero que nadie te lastime.
A pesar de todo te sigo amando, con cariño:
EunHyuk.